¿Todos los caminos conducirán a Delhi?
India se consolida como una potencia global sobre la base de su desarrollo tecnológico y su condición de corredor económico con capacidad de articularse con Europa, Israel y Emiratos Árabes Unidos.
por Martín Santanna
India: Potencia Global Emergente y Eje Geopolítico Milenario
India se consolida como una potencia global de importancia innegable. Lejos de ser solo un gran productor de alimentos, su crecimiento económico sostenido de las últimas tres décadas la posicionó como una de las economías de más rápido ascenso. Su vasta población, que pronto superará a la de China, junto con un significativo bono demográfico (70% menor de 30 años) y una creciente clase media de 350 millones de personas, la proyectan como un actor central del siglo XXI.
India es, ante todo, un estado-civilización con una historia milenaria. Desde la antigüedad, ha sido una encrucijada de culturas y comercio, un puente natural entre Oriente y Occidente. Su papel central en las rutas de las especias y la seda no solo moldeó su destino, sino que la estableció como un eslabón vital en las cadenas comerciales globales. Este carácter de "corredor" permanece vigente hoy.
La transformación económica de India: del impacto colonial a la apertura global
La llegada de los británicos transformó a India de socio comercial a una colonia. Las rutas comerciales, antes autónomas y diversas, fueron drásticamente reconfiguradas para servir a los intereses imperiales. Los vastos recursos indios fueron explotados en beneficio de la metrópoli, y la infraestructura, como los ferrocarriles, se diseñó principalmente para canalizar estas materias primas hacia los puertos de exportación británicos, consolidando el control sobre las cadenas de suministro globales. La represión de la llamada "rebelión de los cipayos" de 1857 marcó la consolidación del "Raj británico", afianzando la dominación sobre las riquezas y las rutas estratégicas de la India.
Tras la independencia en 1947, India emprendió la compleja tarea de construir una democracia unificada. Sin embargo, décadas de lento progreso económico, conocidas como la "tasa de crecimiento hindú", culminaron en una crisis que forzó un cambio drástico. En 1991, el gobierno implementó un ambicioso programa de liberalización y apertura económica.
Estas reformas incluyeron la eliminación de licencias industriales y de importación, la reducción de aranceles y la apertura a la inversión extranjera y al sector privado. Estas medidas impulsaron un crecimiento económico significativo, con tasas que a menudo superaron el 6%, e incluso las de China en algunos años, especialmente en el sector de servicios y software. La modernización continuó, con un énfasis en la informática y las telecomunicaciones, lo que llevó al auge de los call centers y los servicios de outsourcing, conectando a la India de manera profunda con la economía global.
Potencial Tecnológico y de Innovación
India ha cultivado un inmenso talento en ingeniería, tecnología de la información (TI) y telemática. Bangalore, el "Silicon Valley de la India", alberga más ingenieros de TI que su contraparte californiana, y se estima que una parte significativa de los ingenieros en empresas tecnológicas globales y agencias espaciales son de origen indio.
El crecimiento exponencial del sector TIC ha sido un motor clave para el PIB y el empleo. La evolución de Bangalore, impulsada por la inversión estatal inicial y luego por la liberalización económica, ha creado un ecosistema emprendedor vibrante. Fenómenos como el "body shopping" (venta de horas de programación) y el retorno de la diáspora india desde EE.UU. impulsaron la creación de "unicornios" (empresas de rápido crecimiento), apoyadas por políticas públicas y organizaciones como NASSCOM.
Un corredor subcontinental
La relevancia geográfica de India es crucial, destacándose por el Estrecho de Malaca como un paso marítimo vital para el comercio global, lo que le otorga influencia estratégica en el Indo-Pacífico y asegura su seguridad energética y comercial. Geopolíticamente, la India ha evolucionado más allá de antiguas teorías, promoviendo ahora un orden mundial multipolar a través de alianzas como los BRICS, y alineándose con la teoría de C. Raja Mohan de India como Potencia equilibradora y multi-alineada, aplicando una política de "recalibración" constante en sus relaciones internacionales, manteniendo lazos estratégicos con EE.UU. y Rusia para preservar su autonomía y afirmar su rol independiente, con proyecciones de que su economía podría superar la de Estados Unidos para 2050.
Complementando esta posición estratégica, la ubicación geográfica de India también la convierte en un actor indispensable en la seguridad del Océano Índico. Con una extensa costa y proximidad a rutas marítimas clave, Delhi asume progresivamente el rol de garante de la estabilidad regional. Sus esfuerzos incluyen la lucha contra la piratería, operaciones humanitarias y la creciente participación en ejercicios navales multinacionales, respaldados por una capacidad militar en modernización y expansión. Esto le permite asegurar la libertad de navegación y el flujo comercial en una de las regiones marítimas más transitadas del mundo.
India promueve se promueve como una potencia equilibradora y multi-alineada, aplicando una política de recalibración"constante en sus relaciones internacionales a través de alianzas como los BRICS y manteniendo lazos estratégicos con EE.UU. y Rusia para preservar su autonomía

BRICS y la política pendular de India
India ha sido un pilar fundamental en la formación y desarrollo del grupo BRICS (Brasil, Rusia, India, China, Sudáfrica), una iniciativa que busca ofrecer una alternativa al orden mundial tradicional. Dentro de este bloque, India aporta su singular estatus como la democracia más grande del mundo y su vasto potencial de mercado. Sin embargo, la estrategia india va más allá de una única alianza.
El país practica una política de "regularmente recalibrar" sus relaciones internacionales, manteniendo lazos estratégicos con Occidente (particularmente Estados Unidos) mientras fortalece sus vínculos con Rusia y el "Sur Global". Esta política pendular o de alineamiento múltiple le permite maximizar sus beneficios y preservar su autonomía estratégica en un mundo que concibe como "bimultipolar" –con dos potencias hegemónicas (EE. UU. y China) y múltiples polos emergentes.
India según sus propios términos geopolíticos
En un mundo “bimultipolar”, donde China y Estados Unidos son potencias hegemónicas e India un polo emergente, la estrategia de Delhi se caracteriza por una compleja dualidad y una firme autonomía.
Con China, India mantiene una relación de cooperación y abierta oposición. Si bien participa activamente en plataformas multilaterales como los BRICS y la OCS, promoviendo un orden mundial multipolar, se opone firmemente a la Iniciativa de la Franja y la Ruta (BRI) por preocupaciones de soberanía territorial (Cachemira), implicaciones geoestratégicas en el Océano Índico, sostenibilidad de la deuda y falta de transparencia. Esta postura impulsa a la India a buscar sus propias alianzas y conectividad, como el Corredor económico India - Oriente Medio - Europa (IMEC), como contrapeso a la influencia china.
La relación con Estados Unidos ha evolucionado hacia una "asociación estratégica global integral", basada en valores democráticos y la convergencia de intereses, especialmente frente al ascenso de China en el Indo-Pacífico. Colaboran intensamente en defensa (India como "Socio Principal de Defensa", ejercicios militares conjuntos), economía (EE. UU. como mayor socio comercial de India) y tecnologías críticas (iCET, Acuerdos de Artemisa). También cooperan en foros multilaterales como el Quad y el I2U2. Sin embargo, India prioriza su autonomía estratégica, lo que genera fricciones, evidenciado en su vital relación con Rusia (compra de armamento y energía) y su postura neutral en el conflicto de Ucrania. Esta política de "alineamiento múltiple" subraya que, aunque la asociación con EE.UU. es crucial, India no sacrifica su independencia ni sus lazos con otros socios clave.
India, con su estratégica posición en el Océano Índico y puntos clave como el Estrecho de Malaca, está resurgiendo como un puente geopolítico crucial. A través de iniciativas como el Corredor Internacional de Transporte Norte-Sur (INSTC), que busca conectar la India con Rusia, Irán, Asia Central y Europa, y la Act East Policy, que profundiza sus lazos con el Sudeste Asiático mediante proyectos como la Autopista Trilateral India-Myanmar-Tailandia y el Proyecto de Tránsito Multimodal Kaladan, Delhi reafirma su rol de ruta de intercambio. Sumado a esto, alianzas como el IMEC y el grupo I2U2 (India, Israel, EE. UU., Emiratos Árabes Unidos) refuerzan su papel como un eslabón indispensable que enlaza vastas regiones, manteniendo una política exterior de recalibración y autonomía estratégica en el orden global.
El Corredor económico India - Oriente Medio - Europa: del conflicto a la conectividad
El IMEC ganó prominencia internacional con el respaldo de actores clave como Estados Unidos a través de la iniciativa I2U2, se encuentran tres naciones con roles definidos y complementarios, cada una aportando su singular fortaleza.
Primero, los Emiratos Árabes Unidos (EAU), el motor logístico y de distribución de este corredor. Con una visión que trasciende el horizonte inmediato, los EAU han invertido miles de millones en India desde 2019. Empresas emiratíes como Emaar Group y DP World han liderado la construcción de vastos parques alimentarios e infraestructuras logísticas, tejiendo una red que conecta las fértiles granjas de la India con los puertos estratégicos de los EAU. Su papel es el de un pivote, un nudo central desde el cual los bienes fluirán con eficiencia y rapidez.
En segundo lugar, Israel, la potencia de la innovación y la tecnología agrícola. Esta nación ha demostrado una capacidad prodigiosa para transformar la adversidad en oportunidad, convirtiendo el desierto en un vergel de productividad. Israel aporta su tecnología de vanguardia y su inestimable experiencia en el manejo del agua y la agricultura inteligente, estableciendo centros de excelencia agrícola y pionero en inversiones para elevar la productividad india.
Finalmente, India, como potencia demográfica y productora de alimentos, ve en este corredor una oportunidad clave para transformar su vasta producción. Al mejorar drásticamente su logística y procesamiento, este sistema le permite a la India no solo aumentar el valor de sus productos, sino también asegurar que sus cosechas lleguen a los mercados, superando desafíos históricos de distribución.
La génesis de este corredor se originó a partir de la necesidad imperiosa de los EAU de asegurar su seguridad alimentaria y el imperativo de la India de añadir valor a su producción. Los Acuerdos de Abraham, que normalizaron las relaciones entre Israel y los EAU, fueron el catalizador que permitió la cooperación trilateral directa, uniendo a estas tres naciones en un propósito común. La iniciativa I2U2, lanzada en 2022 con la participación de Estados Unidos, sirvió para dar visibilidad y promover el corredor económico. Aunque el proyecto fue impulsado inicialmente por inversiones asiáticas, la inclusión de EE.UU. aporta peso diplomático y capacidad de coordinación, beneficiando su presencia en el Indo-Pacífico y fortaleciendo las ambiciones del corredor.
El Corredor Económico India - Oriente Medio - Europa (IMEC) es un proyecto de infraestructura multimodal que conectará los puertos de India con Dubái y desde allí se extenderá hasta Israel y Europa, en una clara competencia a la Iniciativa de la Franja y la Ruta (BRI) de China
Un gran diseño: apoyo bipartidista norteamericano y ambiciones europeas
La iniciativa I2U2, creada hace aproximadamente cuatro años, se amplió en 2023 con el anuncio del IMEC durante la presidencia india del G20. Su objetivo primordial es competir con la Iniciativa de la Franja y la Ruta (BRI) de China, ofreciendo una robusta alternativa para el flujo de bienes, tecnología e información. A pesar de los retrasos causados por el conflicto en Oriente Medio desde octubre de 2023, existen firmes esfuerzos para reactivarlo, como lo demuestra una reciente reunión intergubernamental. Un aspecto crucial es el fuerte apoyo bipartidista en Estados Unidos a estas iniciativas, lo que garantiza su continuidad y subraya su importancia geoestratégica, con figuras como el expresidente Donald Trump resaltando el liderazgo de EE.UU. en este "gran desarrollo" que consolidaría una de las rutas comerciales más grandes de la historia y fortalecería la amistad entre EE. UU. e India.
Objetivos y distinciones: la carrera de infraestructuras entre potencias
El IMEC es un ambicioso proyecto de infraestructura multimodal que conectará los puertos de India con Dubái mediante una línea de envío, y desde allí, una red de carreteras y ferrocarriles se extenderá hasta Israel y Europa. Su objetivo principal es reducir drásticamente el tiempo de viaje y optimizar el transporte de mercancías, impulsando las cadenas de suministro y abriendo nuevas avenidas comerciales entre la India, Oriente Medio y Europa. Más allá del comercio, el IMEC busca fortalecer la cooperación económica, fomentar el desarrollo energético y mejorar la conectividad digital en el vasto espacio euroasiático. Este corredor emerge además como una clara competencia estratégica a la Iniciativa de la Franja y la Ruta (BRI) de China, diferenciándose por su enfoque en la cooperación económica entre las naciones participantes en sus etapas de planificación, en contraste con el modelo de la BRI centrado en infraestructura financiada con préstamos.
Oportunidades para Argentina en la nueva conectividad global
En este contexto de redefinición de rutas y alianzas globales, la reciente reunión entre el presidente argentino, Javier Milei, y el primer ministro de la India, Narendra Modi, aunque desapercibida localmente, encierra profundas implicaciones. Este encuentro es un indicio de movimientos tectónicos que podrían vincular a Argentina con iniciativas como el I2U2 y el ambicioso IMEC, redes que están redibujando el comercio y las alianzas a nivel planetario. Comprender la esencia de estos corredores es crucial para calcular los próximos posicionamientos de Argentina y su inserción mundial.
El rol potencial de Argentina en el gran tablero de la seguridad alimentaria global
Si bien el Corredor de Alimentos India - Oriente Medio se concentra actualmente en la cadena de suministro de los países antes mencionados Argentina tiene una oportunidad única para ampliar su influencia geopolítica alimentaria allí. Con su vasta capacidad agroindustrial y su posición como proveedor confiable de granos y alimentos para la creciente demanda india, el país puede fortalecer su rol en la seguridad alimentaria global y en las cadenas de suministro Asia - Oriente Medio.
Aunque no es parte del núcleo actual del corredor, Argentina posee una robusta tecnología agrícola y capacidad para agregar valor. Los acuerdos existentes con la India para el intercambio de tecnología agrícola demuestran su potencial como socio estratégico en innovación, más allá de la mera provisión de materias primas. Su inmensa productividad y destreza agro tecnológica la posicionan como un socio ideal para futuras expansiones o iniciativas de seguridad alimentaria que busquen vincular las pujantes economías asiáticas y de Oriente Medio, reafirmando la oportunidad de Argentina de asegurar un lugar de relevancia en el redibujado mapa del poder y el comercio global, como sugiere la reciente visita del Primer Ministro Modi.