India: del riesgo de balcanización a la proyección global
Pese a su fragmentación histórica, sus profundas heterogeneidades religiosas y sociales, y las huellas aún abiertas de la partición de 1947, India ha consolidado su integridad territorial y se proyecta hoy como una potencia global. Este texto analiza el recorrido que llevó al país desde el riesgo de balcanización hasta convertirse en un actor central del Indo-Pacífico, líder del Sur Global y socio estratégico tanto para las potencias occidentales como para los BRICS, con Narendra Modi como principal figura de esta nueva etapa.
por Manuel Gonzalo
Entrada la noche del viernes 4 de julio Narendra Modi, Primer Ministro de la India, aterrizó en Buenos Aires en lo que fue la primera visita de carácter bilateral de un Primer Ministro indio luego de la de Indira Gandhi en 1968. Ese viernes Modi se alojó en el Alvear Palace Hotel, donde lo recibió cual rockstar la comunidad de la india en Argentina en un evento organizado por la Embajada de la India.
El sábado Modi tuvo almuerzo y agenda de trabajo con el presidente argentino Javier Milei, la Secretaria General Karina Milei, el Canciller Gerardo Werthein, y algunos ministros. Luego visitó los memoriales y monumentos a San Martín, Gurudev Rabindranath Tagore, y al Mahatma Gandhi. Jorge Macri le entregó la llave de la Ciudad de Buenos Aires. El mismo sábado por la tarde Modi siguió viaje para Brasil, a la 17° cumbre de los BRICS, la primera posterior a la ampliación a BRICS+. Ante las ausencias de Xi Jinping y Putin, Modi fue, junto a Lula, la figura política más relevante de la cumbre organizada en Rio de Janeiro donde se discutió la agenda de los BRICS+ y el Sur Global.
En tiempos civilizacionales, el cordón del Himalaya ha funcionado como una barrera natural que le ha dado al subcontinente indio cierta autonomía respecto a la región central de Asia. No obstante, pese a su relativa autonomía, una característica de la larga duración del subcontinente es su fragmentación regional en términos de poderes territoriales.

Modi se encuentra transitando su tercer mandato como Primer Ministro de la India representando al Bharatiya Janata Party (BJP). Solo Jawaharlal Nehru e Indira Gandhi, por el Congress Party,,lo superan en cantidad de años ejercidos como Primer Ministro de la India. En Estados Unidos de América (EUA), Modi recibió en 2020 de parte de Donald Trump la máxima condecoración militar, la Legión del Mérito, con el grado Comandante en Jefe, dando cuenta de lo que hoy representa India para EUA en el marco estratégico del Indo-Pacífico.
En Francia, en 2023, Emmanuel Macron le otorgó el rango más alto de la Legión de Honor de Francia siendo el invitado de honor durante las celebraciones del Día de la Bastilla, incluyendo un desfile militar por la avenida de los Campos Elíseos. Modi ha recibido honores de este tipo y magnitud tanto por países del Norte como del Sur Global. En Brasilia, el martes 8 de Julio, luego de la cumbre de los BRICS+, Lula le concedió a Modi la más alta condecoración civil de Brasil, el Gran Collar de la Orden Nacional de la Cruz del Sur.
¿Cómo explicar que un país que al momento de su independencia era uno de los más pobres y de menor esperanza de vida del mundo, que se encontraba transitando según diversos autores un holocausto religioso en el cual murieron entre 800 mil y 1,2 millones de personas en la naciente frontera con Pakistán, que venía de un pasado de fragmentación territorial y colonialismo y un futuro que pintaba para balcanización, esté hoy entre las principales cuatro economías del mundo, se convierta en el primer país en aterrizar una nave en el polo sur de la Luna y sea cortejada por los EUA, Francia y Alemania siendo a la vez la voz del Sur Global? Algunas pistas que ayuden a pensar esta evolución esbozaremos a continuación[1].
El subcontinente indio: autonomía y fragmentación
India en sentido amplio, comprendiendo Pakistán, India y Bangladesh juntos, sigue siendo una expresión geográfica válida. La región que contiene los tres países está separada de la masa terrestre del resto de Asia por las cordilleras más altas del mundo. Desde el Himalaya, las cordilleras inferiores descienden, por los flancos, hacia el oeste y el este, en series prácticamente ininterrumpidas, hasta el mar. El subcontinente delimitado por estas cordilleras y el mar... contiene dos amplias divisiones físicas, las llanuras indogangéticas y la península.
(Habib, 1982)[2]
En tiempos civilizacionales, el cordón del Himalaya ha funcionado como una barrera natural que le ha dado al subcontinente indio cierta autonomía respecto a la región central de Asia. No obstante, pese a su relativa autonomía, una característica de la larga duración del subcontinente es su fragmentación regional en términos de poderes territoriales.
Groso modo, si bien existieron imperios y poderes de mayor relevancia, incluyendo el hito fundacional de la religión Hindú, la civilización del Valle del Indo, el subcontinente indio nunca llegó a unificarse bajo el dominio de un poder territorial hegemónico. A su vez, los mayores niveles de concentración territorial se alcanzaron a partir de la ocupación de una parte del territorio por algún poder proveniente, o de Asia central -Imperio Mogol-, o de Occidente –Imperio Británico.
Al norte del subcontinente, los valles formados por los ríos Indo, Ganges y Brahmaputra, nacientes del Himalaya, han tenido su conexión basada en la agricultura y el comercio y pueden considerarse un espacio en sí: la planicie Indo - Gangética. Estos valles fueron ocupados por la llamada civilización del Indo, por el sultanato de Delhi, el por Imperio Mogol, en diferentes períodos históricos. Hoy son el bastión electoral del BJP, es decir, del nacionalismo hindú.
El sur del subcontinente, la península anclada en la meseta del Decán, presenta un clima mayormente templado en su meseta interior y tropical en las costas, expuestas a los vientos del Monzón y con fuerte vinculación con los flujos climáticos y comerciales del Océano Índico. La región sur ha tenido históricamente su propia dinámica de poder, incluyendo diferentes dinastías, reinos e imperios no conectados con los poderes del norte del subcontinente, como los Cholas y Vijayanagara, entre otros. También gravitó el Sultán Tipu en Mysore, recordado por enfrentar a los británicos. Actualmente, el sur de India es el espacio político en el cual el BJP tiene un menor caudal electoral.
A las heterogeneidades regionales se le cruzan con heterogeneidades religiosas. Las que más contrastan son el Hinduismo, hoy ampliamente mayoritaria, y el islam. Pero existen otras religiones relevantes como el Sijismo, el Budismo, el Jainismo y el Catolicismo. El Hinduismo, a pesar de mayoritario, no es monolítico: existen numerosas variantes regionales en su interpretación, ordenamiento inter-castas, interpretaciones mitológicas, etc.
En este contexto, desde la lucha por la independencia, la India fue un imaginario y una búsqueda política de unidad en la diversidad, con diferentes variantes, sentires y pensares. El crash religioso de la partición, la creación de India y Pakistán en 1947, digitada a dos bandas a partir de la retirada inglesa, fue un primer traspié en esta búsqueda. El Partido del Congreso en su mayoría, incluidos Gandhi y Nehru, aspiraba a una India grande, que incluya a hindúes y musulmanes. Ese crash sigue presente en India hasta hoy.
Independencia, integridad territorial, y estatalidad
La unidad de la India ya no era para mí una mera concepción intelectual: era una experiencia emocional que me subyugaba… Era absurdo… pensar en la India o en cualquier país como una especie de entidad antropomórfica… Sin embargo, creo que un país con un pasado cultural largo y una visión de la vida común desarrolla un espíritu que le es peculiar y que imprime a todos sus hijos, por mucho que puedan diferir entre ellos…
Jawaharlal Nehru (The Discovery of India, 1946)
Mientras Nehru pronunciaba en Delhi su discurso “Cita con el destino”, que marcaba la independencia de la India en la medianoche del 14 al 15 de agosto de 1947, Mahatma Gandhi se encontraba en Calcuta intentando sofocar la violencia comunal entre hindúes y musulmanes. Gandhi pasó el día ayunando y rezando, buscando llevar ecumenismo y paz a una ciudad en conflicto.
Ante la ida anticipada de los ingleses, la Independencia detonaba en el 47 con la partición del subcontinente, en medio de distintos focos de violencia y vacíos de poder a nivel regional. A esto se le sumaba que diferentes Estados de la India continuaban bajo dominio europeo. Por ejemplo, Goa, bajo dominio portugués hasta 1961, cuando Nehru movilizó tropas para lograr la sesión territorial. La violencia religiosa que emergía en el subcontinente hacía pensar en un escenario de balcanización. Esto se pensaba en la órbita diplomática atlantista.
Tras el asesinato de la gran alma, el padre de la patria, Gandhi, el 30 de enero de 1948, a manos de un fundamentalista Hindú, mantener la integridad territorial y fundar las bases de un Estado democrático que diera respuesta a ciertas necesidades básicas y encausara una perspectiva de futuro colectivo en paz fueron los desafíos que le tocaron y logró cumplir Nehru.
Para la India independiente, el rostro del liberalismo económico era el Imperio Británico: el Raj. Dando cuenta de la Revolución de Octubre de 1917 en Rusia y de la Crisis del 30, con la consecuente emergencia del keynesianismo y los distintos esquemas de planificación estatal, era claro para los líderes del Partido del Congreso – y para buena parte de la inteligencia de la burguesía y el marxismo– que la India independiente tendría altas dosis de estatalidad. Así, ante la cantidad de necesidades insatisfechas, se buscó crear infraestructura básica: hospitales y escuelas, centros de vacunación, infraestructura de irrigación y obra pública en general.
En tanto, para Nehru, la gran ciencia que había respirado durante sus años en el Reino Unido, eran el camino al desarrollo. La llamada Nehruvian Science significó el inicio del desarrollo nuclear y espacial, en principio, con fines pacíficos. La alianza entre el poder político y la elite científica, principalmente físicos, fue algo distintivo de independencia india.
La violencia religiosa que emergía en el subcontinente hacía pensar en un escenario de balcanización. Esto se pensaba en la órbita diplomática atlantista.
Si bien hubo un avance estatal, se trató de una economía mixta. Es decir, no hubo expropiaciones generalizadas con Nehru y la reforma agraria avanzó solo a nivel estadual, en los estados gobernados por variantes del Partico Comunista como Calcuta y Kerala. Los principales grupos económicos que habían emergido ya durante el período colonial, como por ejemplo el Grupo Tata, siguieron existiendo y acumulando riqueza.
El no alineamiento externo que hoy vuelve a ser levantado por diversos autores como postura a seguir por parte de los BRICS y el Sur Global, en India, debe ser entendido a partir del contexto interno. Nehru tenía demasiados desafíos domésticos para involucrarse en enfrentamientos y exigencias propias de las potencias en disputa durante la guerra fría: EUA y la URSS. No obstante, India condujo cooperación internacional con ambas potencias: con EUA en materia espacial y agrícola y con la URSS en materia siderúrgica y energética. Bandung y el movimiento de países no alineados expresaban, de base, la necesidad de buscar una vía propia al desarrollo luego de la experiencia colonial, manteniendo autonomía y grados de libertad para probar con más o menos estado y mercado.
Indira Gandhi, hija de Nehru, ante un contexto externo mucho más complejo que el de su padre, que incluyó sequías (y falta de dólares), conflictos con Pakistán e intervención militar en Bangladesh, presiones por Vietnam, y picos en el precio del petróleo, profundizó durante sus primeros años como Primer Ministra la intervención estatal orientada a administrar el comercio externo y direccionar recursos al agro, que se encontraba transitando una severa sequía –nacionalizando bancos, empresas energéticas y petroquímicas.
Avanzó también en la llamada revolución verde, con la introducción de semillas genéticamente modificadas y pesticidas en el campo, con el desarrollo de la industria farmoquímica y, con el desarrollo nuclear-militar. El conflicto con China de 1962, una de las principales derrotas de Nehru y el ejército indio, marcaría el inicio de la presión el desarrollo nuclear militar en India. Indira lo culminaría con la primera detonación nuclear de India en 1974, en la operación Smiling Buddha.
Aún con fuertes desafíos que persistieron, como los elevados niveles de pobreza y los déficits en infraestructura, la gestión del Congress Party, que gobernó la India a través de Nehru, Indira y Rajiv Gandhi durante prácticamente toda la segunda mitad del siglo XX, logró consolidar la integridad territorial administrando presiones externas, internas y conflictos bélicos limítrofes, no sufrió golpes de estado, estructuró un sistema científico y tecnológico de los más densos del mundo en desarrollo con hitos y logros concretos, y mantuvo una tasa de crecimiento promedio entre los 50s y los 80s de aproximadamente 4,25%. Esto sentó las bases de la estatalidad y capacidades de la India, que escalarían y se tornarían globales en el siglo XXI.
Re-centralización asiática, aceleración del crecimiento y nacionalismo hindú
…la crisis del Coronavirus también nos ha explicado la importancia de la fabricación local, del mercado local y de la cadena de suministro local. En tiempos de crisis, lo local ha satisfecho nuestra demanda, lo local nos ha salvado. Lo local no es solo una necesidad, también es nuestra responsabilidad. El tiempo nos ha enseñado que debemos hacer de lo local un mantra de nuestra vida. Las marcas globales de hoy en día fueron también muy locales. Cuando la gente empezó a usarlas, a promocionarlas, a ponerles marca, a sentirse orgullosa de ellas, se convirtieron en productos globales a partir de productos locales… a partir de hoy, cada indio tiene que hacerse oír por su local, no sólo para comprar productos locales, sino también para promoverlos con orgullo.
Narendra Modi (2020)[3]
Con la caída de la URSS, en los 90s, con la New Economic Policy implementada por el Primer Ministro Manmohan Singh también del Congress Party, India avanza en un proceso de mayor liberalización del comercio externo e interno, transita un parcial - e inconcluso - proceso de privatizaciones, y reduce las regulaciones en algunas áreas y sectores de su economía. Los modelos asiáticos de mayor inserción externa, como el japonés y el surcoreano, y las reformas del 78 en China, gravitaban en la discusión interna de India dada la caída del mundo soviético.
Un rol clave para darle dólares al sector externo de la economía india desde los 90s lo tuvo la diáspora india en el Silicon Valley, que actuó como nexo para captar oportunidades de outsourcing en el sector software, incrementando exportaciones y enviando remesas a la India. En 1990, 30.000 indios, en su mayoría ingenieros, vivían en San Francisco trabajando en las principales empresas tecnológicas norteamericanas. Lo que en los 60s y 70s fue fuga de cerebros, a través de vínculos familiares y comunales, y capacidades internas concentradas en Bangalore, “el Silicon Valley Indio”, se transformaba en un activo principal para profundizar el crecimiento económico que venía acelerándose desde los 80s.
Un rol clave para darle dólares al sector externo de la economía india desde los 90s lo tuvo la diáspora india en el Silicon Valley, que actuó como nexo para captar oportunidades de outsourcing en el sector software, incrementando exportaciones y enviando remesas a la India.
Si bien los 90s hacían pensar en el fin de la historia con EUA como rector global, de fondo, en Asia, se profundizaban esquemas de crecimiento en economías mixtas con mayores dosis de apertura externa e interna. A Japón y Corea del Sur, dentro de la órbita norteamericana, se les sumaban entre otros países asiáticos, China. Lo que inició con el viaje de Nixon en 1972 buscando quebrar el eje sino-ruso, continuó con la entrada de productos baratos chinos al mercado norteamericano, y en algunas décadas más, a base de planificación y mercado, en la emergencia de la locomotora asiática. A diferencia de Japón y Corea, bajo tutela militar norteamericana, China re-emergía con autonomía civilizacional y aspiraciones de aldea global.
Dada la gran extensión de límites compartidos, que incluyó la anexión del Tíbet en 1950 por parte de China y el asilo al Dalai Lama por parte de India, el conflicto militar de 1962, y diferentes escaladas posteriores, la proyección china no fue –ni es– neutra para la India. Con la caída de la URSS, India debió recalibrar su esquema de apoyos externos y, gradualmente, se fue configurando una mayor aproximación con los EUA en una relación que actualmente es definida por el Ministro de Asuntos Exteriores indio Subrahmanyam Jaishankar como de convergencia estratégica.
EUA, después de freezar relaciones con Indira Gandhi en los 70s y no darle mayor relevancia diplomática a la India durante el resto del siglo XX, en el siglo XXI ve en India un socio ideal para contener a China en Asia. La relevancia del Océano Índico para los corredores energéticos asiáticos y espacio de maniobra para operaciones militares en medio oriente –como el reciente ataque a Irán– ponen al espacio del Indo-Pacífico en el centro de la escena. Al mirar Asia, los círculos militares, diplomáticos y políticos de EUA no hablan de la Franja y la Ruta de la seda, categoría eminentemente china, sino que hablan del Indo-Pacífico.
En India, la urbanización que empuja dinámicas de acumulación en el sector de la construcción y el real estate, el incremento en el crédito y en el consumo de las clases y castas medias y altas, la inversión pública y privada en infraestructura energética y de transporte, sumadas las exportaciones de software y servicios informáticos, se convirtieron en los motores del crecimiento que promedió el 6% entre los 2000 y el COVID-19. Conservando altas dosis de estatalidad vis-a-vis la liberación de ciertas áreas de su economía, con una fuerte complementación exportadora con EUA basada en el software, los servicios empresariales, y el sector farmo-químico –la farmacia del mundo–, India se ha convertido hoy en la economía con mayores tasas de crecimiento del G-20. Siendo el país más poblado del mundo, ninguna empresa multinacional quiere perderse este proceso.
La aceleración del crecimiento económico se combinó en términos políticos con el ascenso al poder del Partido Popular Hindú (el BJP) a través del carisma y una historia self-made-man de Narendra Modi. Luego de ser gobernador del estado de Gujarat, Modi llega al poder hablándole al indio de a pie, apuntando contra la “casta” de la dinastía Gandhi y el Congress Party. En un país donde el 80% de la población interpreta de alguna manera el hinduismo, el Partido Popular Hindú, que entiende que India es hindú, no tardaría en hacer mella sobre el secularismo del Congress Party. El aura de Modi, un crecimiento económico cada vez más basado en dinámicas de consumo e infraestructuras internas, y el nacionalismo hindú como bandera, son las principales armas del BJP, hoy convertido en una máquina electoral.
India entre el Indo-Pacífico, los BRICS, y Sur Global
India y China son hoy las principales civilizaciones y motores de Asia, el continente en donde pasan las cosas: crecimiento económico, población joven, nuevos ricos y clase media, gasto en infraestructura y defensa, etc. En este contexto geopolítico y geoeconómico, la India, luego de haber consolidado su integridad territorial, se encuentra en un proceso de proyección global, subiendo su nivel de exposición y ambición en las distintas plataformas en las que participa. Por características demográficas, económicas e inserción geográfica, es él socio asiático a cortejar para las potencias atlantistas y el norte global que reconfiguran su visión de Asia a partir del marco del Indo-Pacífico.
Dado que aún mantiene fuertes desafíos sociales y ambientales, que la asemejan en diferentes aspectos a un país latinoamericano o africano, la caja de resonancia de los BRICS es el espacio para alinear y sintonizar agendas y discursos con el Sur Global. Por suerte geográfica y méritos y acumulación política, productiva y militar propia, hoy India goza de altos grados de libertad global para moverse en diferentes plataformas geopolíticas. Y si bien el riesgos interno-externo a partir de tensiones hindu–musulmanas sigue presente, eso ya es parte de otro dossier.
India y China son hoy las principales civilizaciones y motores de Asia, el continente en donde pasan las cosas: crecimiento económico, población joven, nuevos ricos y clase media, gasto en infraestructura y defensa, etc.
[1] Para un desarrollo más acabado de las tensiones y logros de la India ver India from Latin America. Peripherisation, Statebuilding, and Demand-Led Growth, Gonzalo, M., Routledge, 2022a. https://doi.org/10.4324/9781003091752
[2] Habib, I. (1982), Population. In Raychaudhuri, T. and Habib, I. (eds.), The Cambridge economic history of India, v. 1: c.1200-c.1750. Cambridge University Press.
[3] https://pib.gov.in/PressReleasePage.aspx?PRID=1623418